Juana CASTRO y mayo_68

Digamos que mayo del 68 no llegó por aquí hasta mediados de los 70, al menos para mí. En mayo del 68 yo estaba exactamente ¡preparando mi casa de maestra! En Alcaracejos, un pueblo de Los Pedroches, ilusionada porque me casé ese año, el 15 de agosto, en mi pueblo, Villanueva de Córdoba. El trabajo era dar clase, con jornada partida, y dar además clases particulares (el sueldo no llegaba) preparando a chicas y chicos para hacer bachiller. Yo ya tenía mi conciencia social (23 añitos) y mi conciencia pro-feminista, aunque no lo sabía. Me encantaba organizar conferencias, teatros, recitales... y (entre col y col) alguna noción de libertad e independencia a las chicas-alumnas-compañeras-amigas de ese pueblo. Mi rebeldía se mostraba, por ejemplo, manifestando mi rechazo al color rosa o explicando nuestro derecho al placer en la relación heterosexual, empezando por el aprendizaje de la automasturbación (porque mujeres de cuarenta y tantos nos habían confesado no saber qué era eso...). Antes había escrito un artículo contra la práctica del paseo de mi pueblo (que era práctica general y manera de encontrar novia-o). En agosto del 68 clausuré el blanco...y ¡fuí la primera novia de azul...!